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Razas y culturas:
Hobbits: son apacibles y muy próximos a la naturaleza. Son un pueblo sencillo que vive de la tierra. De baja estatura y pies peludos, los Hobbits viven en agujeros amueblados, en las laderas de las colinas y disfrutan de las cosas sencillas de la vida: fumar en pipa, comer y por supuesto, narrar historias. Viven en torno a los 100 años y la edad adulta se alcanza a los 33.
Elfos: son seres nobles, elegantes y mágicos cuyo tiempo se acaba. De ahí que parezcan tener cierta melancolía por estar a punto de convertirse en tan sólo una leyenda. A menos que sufran algún tipo de muerte violenta, los Elfos son inmortales y no envejecen ni enferman.
Enanos: son bajos de estatura pero muy fuertes, con un gran sentido de la justicia, y un intenso amor por todas las cosas hermosas. Aunque bajos de estatura, suelen vivir unos 250 años.
Magos: son sumamente poderosos, pero pueden usar su poder para el bien o para el mal, dependiendo de lo que yazca en el fondo de sus corazones.
Hombres: en La Comunidad del Anillo son una raza en ciernes que todavía se está estableciendo.
Orcos: desfigurados personajes que luchan para Saruman.
Ents: recubiertos de hojas, intentan ayudar a sus hermanos lo árboles.
Espectros del Anillo (Nazgûl): siniestros jinetes con capas negras que no están vivos ni muertos, sino condenados a vivir bajo la oscuridad de Sauron.
Personajes:
Gandalf (Ian McKellen): Uno de los cinco Istari (magos) que aparecieron en la Tierra Media más o menos mil años después del comienzo de la Tercera Edad del Sol. Gandalf es un anciano vestido de gris. Posee una gran sabiduría y un fuerte temperamento.
Sam Gamyi (Sean Astin): La familia de Sam Gamyi lleva varias generaciones al servicio de los Bolsón, trabajando como jardineros.
Merry (Dominc Monaghan): Meriadoc, o Merry, pertenece a la familia de los Brandigamo, tradicionalmente aventurera. No duda en partir con sus amigos Hobbits y, aunque joven, posee un poco (sólo un poco) más de prudencia que Pippin.
Pippin (Billy Boid): Peregrin Tuk, conocido por todo el mundo como Pippin, pertenece a una de las familias más ricas y extravagantes de la comarca.
Aragorn (Viggo Mortensen): Heredero de reyes, Aragorn es uno de los últimos Númenoreanos, los Reyes de los Hombres, que quedan sobre la Tierra.
Boromir (Sean Bean): Boromir es un poderoso guerrero Humano, hijo de Denethor, el Señor de Gondor, el reino que más fieramente combate contra Sauron. El orgullo de Boromir es similar al de su padre, y alberga serias dudas sobre la conveniencia de destruir el Anillo. Él considera que lo mejor es utilizarlo como arma contra el propio Sauron. No obstante se unirá a la Compañía en su viaje al Monte del Destino.
Legolas (Orlando Bloom): El hijo de Thranduil, rey de los Elfos del Bosque Negro, es el elegido para representar a los Elfos en la Comunidad del Anillo. Su joven aspecto oculta muchos siglos de vida. Es un experto tirador con arco. Se mueve con la rapidez y agilidad propias de su especie y posee un gran conocimiento y una íntima relación tanto con los árboles como con los animales.
Elrond (Hugo Weaving): Poderoso tanto entre los Elfos como entre los Hombres, Elrond es el Señor de Rivendel y miembro del Concilio Blanco que se opone a Sauron. Es conocido como el Medio-Elfo, ya que es hijo de padre humano y madre elfa, y como tal pudo escoger su propio destino. A diferencia de su hermano Elros, que escogió ser Hombre y murió mucho tiempo atrás, Elrond decidió unir su destino al de los Elfos.
Gimli (John Rhys-Davies): Hijo de Glóin, uno de los Enanos con los que Bilbo Bolsón viajó años atrás. Gimli se une a la Comunidad como representante de su raza, armado con su hacha. Su fuerza y su valor son indiscutiblemente útiles, aunque al principio no pueda evitar la aversión que sienten los Enanos hacia los Elfos.
Arwen (Liv Tyler): La prometida de Aragorn es una mujer élfica de gran belleza y poder. La hija de Elrond se casará con Aragorn si éste consigue unificar los dos reinos de los Hombres. Por amor está dispuesta a renunciar a su familia, a su destino e incluso a su propia inmortalidad.
Galadriel (Cate Blanchett): La Reina de los Elfos de Lothlórien, los recuerdos de Galadriel llegan hasta los Días Antiguos. Ha pasado gran parte de su vida luchando contra Sauron y ahora es una de las cabezas visibles del Concilio Blanco. Su poderosa magia es extremadamente peligrosa; es capaz de leer en los corazones y mostrar los distintos caminos que puede tomar el futuro.
Gollum: Tiempo atrás fue un Hobbit normal y corriente, que descubrió el Anillo Único. La influencia del Anillo durante cientos de años deformó tanto su mente como su cuerpo. Ahora es una criatura nocturna, escurridiza, que alimenta un odio mortal hacia todo el mundo, pero particularmente contra la familia Bolsón, a quienes considera los “ladrones” de su Anillo.
Celeborn: Señor de los Elfos de Lothlórien y marido de Galadriel. Celeborn es un sabio y poderoso rey Elfo, cuya ayuda resultará vital para la Compañía del Anillo.
Sauron: El mal personificado. Fue muerto por un rey humano tiempo atrás, pero su espíritu perduró y ahora ha vuelto a renacer, atrayendo hacia sí el Anillo para poder dominar toda la Tierra Media.
Resumén
Luchando en las faldas del Monte del Destino, Hombres y Elfos quieren arrebatarle el poder total a Sauron. Después de una cruel batalla, un Rey humano lo consigue: le corta el dedo y se hace con el tan preciado anillo. Sauron parece morir, pero es sólo el cuerpo lo que se traslada al más allá...
El anillo queda en poder de los humanos durante cierto tiempo, pero las envidias y la rabia hacen que se maten unos a otros por el Anillo, y al final éste queda olvidado en el fondo de un pantano.
Pasan los años. La realidad se convierte en historia, la historia en leyenda, y ya nadie le da la más mínima importancia, hasta que un buen día, un hobbit lo encuentra por casualidad. Su nombre es Gollum. El anillo le da vida, pero a la vez le deforma mentalmente y físicamente. Se vuelve un animal nocturno y escurridizo, a parte, claro, de loco.
Cuando el Anillo siente que es su hora, se desprende de su amo, el Gollum, y va en busca de Sauron.
Pero no lo encuentra, ya que Bilbo Bolsón, un joven hobbit que paseaba por las cercanías de las cavernas del Gollum se hace con éste, sin saber el poder que el Anillo oculta.
Bilbo Bolsón guarda su preciado tesoro durante años y años, hasta que cumple los 111. Se siente viejo y cansado, siente que ya ha llegado su hora, y decide dejárselo en herencia a Frodo Bolsón.
Éste es aconsejado por Gandalf, un gran mago amigo de los Bolsón y enemigo de Sauron, el cual le comenta los maléficos poderes que el Anillo contiene: es el anillo de Sauron, el señor del mal. El anillo siempre intenta ir con su amo, y además hay nueve caballeros negros que han partido del Monte del Destino hacia la comarca en busca del Anillo, y no descansarán hasta encontrarlo, ya que son simplemente almas. Sin más dilación, pero con el miedo en el cuerpo, deciden partir.
Durante el viaje por la comarca, Frodo se reúne con tres hobbits mas, Sam, Pippin y Merry, inseparables amigos y compañeros de aventuras.
Los tres hobbits llegan a la taberna, donde habían quedado con Gandalf, pero el mago no aparece. Es allí donde se encuentran con Aragorn, un humano que les ayuda en todo momento.
Aquella noche los Nazgûl vuelven a aparecer, pero la pericia de Aragorn les salva de una muerte casi segura.
Parten al día siguiente. Aragorn ha luchado siempre contra Sauron y su poder, y esta vez no quiere ser menos: ayudará a los cuatro hobbits en su camino hacía el Monte del Destino.
Hacen noche en un antiguo “monumento” situado en la cima de una colina. La noche es tranquila hasta que de repente aparecen por enésima vez los Nazgûl. Los cinco libran una intensa batalla contra los espectros, pero Frodo resulta herido por una hoja de espada muy extraña, la cual se pasa de los conocimientos de Aragorn.
Durante el camino hacia Rivendel, ciudad de los elfos (personajes majestuosos y sabios que podrían curar a Frodo) se encuentran con Arwen, diosa de los elfos, veloz ginete y prometida de Aragorn, que se lleva a Frodo. A parte de llegar a tiempo a su ciudad, de camino mata a los nueve Nazgûl, más que nada por que le molestaban...
Frodo se salva, pues los Elfos consiguen curarle. Allí en Rivendel, se reencuentran todos de nuevo. Hasta está Bilbo Bolsón, el cual le da a Frodo dos últimas cosas: Una espada, la hoja de la cual se ilumina de azul cuando hay orcos cerca y una especie de peto, hecho de cota de malla, ligero como las plumas pero resistente como el que más. También aparece de nuevo el mago Gandalf, que a conseguido escapar de las garras de Saruman.
Mientras todo esto ocurre en la ciudad de los Elfos, en las profundidades del templo de Saruman se está cociendo una muy gorda... Saruman está creando un ejercito de orcos, para complacer a Sauron; animales capaces de recorrer grandes distancias de día, por todos los terrenos, maquinas de matar, con un solo propósito: recuperar el Anillo para su amo y matar al portador.
La compañía se pone en camino, y deciden ir por la ruta de las Montañas Nevadas. Llevan un buen trozo caminando, entre abundosa nieve y escarpadas montañas. Todo va bien, dentro de lo que cabe, hasta que Saruman les ve, y les tira unas cuantas aludes de nieve que les impiden seguir su camino por las montañas.
Les quedan dos rutas posibles. Al final Frodo decide, y acaban yendo por las Minas de los Enanos, las Minas de Moria.
Una vez en la puerta de éstas, Frodo resuelve el acertijo con la ayuda de Gandalf y después de haber matado a un monstruo marino que casi les cuesta la vida, la comitiva se adentra en las inmensas grutas de los enanos.
Después de un tiempo de camino, y de darse cuenta que la criatura Gollum les sigue, llegan a una especie de sala funeraria, en la ciudad de los enanos.
Allí Gimli llora por sus antepasados, pues creía que aún alguno quedaría con vida. Gandalf lee un relato de los enanos sobre el último día antes de ser aniquilados por los extraños seres de las profundidades, y Pippin, inoportuno como siempre, despierta las tinieblas al lanzar un esqueleto y un peso por un profundo pozo.
Los nueve personajes de la comitiva se esperan lo peor, así que se preparan para luchar. Los problemas no tardan en aparecer: un enorme ejército de pequeños y diabólicos seres, seguido por un inmenso Trol. Se las arreglan como pueden, y entre todos les vencen, pero antes de morir, el Trol le clava a Frodo una enorme lanza que le hubiera matado si no llevara el peto que le regaló su familiar Bilbo Bolsón...
Salen de la sala mortuoria, en dirección a la extraña ciudad de los enanos, donde son atacados otra vez por un ejercito de miles y miles de seres aparecidos de todos los lugares. Esta vez, pero, éstos se escabullen rápidamente. Algo peor está al acecho: el gran demonio de fuego se ha despertado. Corren y corren hasta alcanzar el puente, pero una vez allí, Gandalf se encara al diabólico ser y éste le tira de un latigazo al abismo, ya cuando se caía vencido por el mago.
Salen de allí corriendo, aun esquivando las flechas de los enanos, para seguir con su expedición hasta el Monte del Destino.
el Anillo a su sitio, a las tinieblas.
A la mañana siguiente marchan de la ciudad.
En otra parte de la Tierra Media, el asqueroso ejército de orcos está preparado, y una vez Saruman ha mentalizado a todas las criaturas, salen en busca de la Compañía; del Anillo y de su portador.
Después de largo tiempo de camino, los ahora ocho integrantes de la Compañía llegan al lago, un lago en la entrada del cual están las figuras de los antiguos Reyes humanos, aquellos Reyes que un día vencieron a Sauron.
Después de momentos de pánico, llega Aragorn, el cual ayuda a Frodo, y le dice que siga con el Anillo, pues él es el único que puede llevarlo hasta el Monte del Destino.
Todo va bien, hasta que de repente Aragorn se pone en guardia y hace marchar a Frodo: los orcos están cerca!
Se libra una intensa batalla, en la cual Boromir resulta muerto, pero que al fin la Compañía del Anillo vence.
En esos instantes es, durante la batalla, cuando Frodo decide seguir el camino por su cuenta, solo, para no causar más mal a los demás integrantes de la Compañía. Pero, eso sí; Sam, su más fiel amigo, su inseparable sirviente, le acompaña.
A si es que en este momento, la Compañía del Anillo se deshace. Frodo y Sam continúan su viaje hacia Mordor, la tierra de Sauron, donde se encuentra el Monte del Destino, mientras que los demás se dirigen juntos hacia el mismo lugar, para intentar atraer a ellos las fuerzas del mal y así poder hacer más llevadero el viaje a los dos hobbits.